viernes, 6 de abril de 2012

Fiction - Capítulo 1 (Mini Story)


Colocó sus llaves plateadas en la cerradura de aquella puerta de madera barnizada, empujando con cuidado aquel trozo de madera para entrar en su departamento. Como de costumbre dejó su chaqueta en el perchero de la entrada junto a su mochila preferida, acomodando también sus zapatos en aquella alfombra peluda de la entrada. Por enésima vez miraba su reloj de pulsera aquel día, las 3 de la madrugada. Suspiró con desgana, otra noche que apenas dormiría pensando en el mañana: Trabajo, trabajo y más trabajo. Un mueca de disgusto mezclado con asco se dibujo en su rostro, no quería seguir con los ensayos y los preparativos de los conciertos, si era sincero, solo quería dormir. Algo viscoso comenzó a lamer su mano, desviando su mirada hasta este, encontrándose con su cachorro que le daba la bienvenida a su hogar de una manera aguada. El Shar Pei no dudó en subirse rápidamente a sus brazos cuando su dueño abrió sus manos para acariciarlo, al parecer el cachorro también echaba en falta los mimos de su papá.

-         Oppa ~~ - dijo una voz a lo lejos

Encogió sus hombros y aguantó la respiración, tapándole también la pequeña nariz a Gaho, que intentaba zafarse con sus patitas de la mano de su amo. Había olvidado por completo que no era el único en la casa, también estaba su pequeña…

-         Oppa se que estás ahí!! – volvió a repetir en un tono divertido – No me hagas ir a buscarte!! – encendiéndose las luces del pasillo

“Auch!!” grito levemente al notar una mordida de Gaho en su mano, al parecer su cachorro se había hartado de seguirle el juego de ladrón a su amo. El perrito se bajo de un salto de sus delgados brazos y caminó contento hasta su habitación, siendo seguido por un Ji Yong cabizbajo al haber sido descubierto.

-         Creí que dormías…- inquirió caminando hasta su ordenador que mantenía la pantalla encendida –
-         No podía dormir  oppa, me tenías preocupada - dibujando un puchero en su pequeño rostro – Pensé que te había pasado algo malo…
-         No te preocupes pequeña, estoy bien – decía mientras acariciaba aquellas diminutas mejillas – Tuvimos ensayo hasta tarde, solo es eso…- sentándose en una silla -
-         ¿Entonces estas bien? – juntando sus manitas apoyándolas en su vestido azul –
-         Si mi pequeña – sonriendo tontamente al escucharla – No te preocupes…- dejando un beso en la pantalla –
-         Esta bien oppa ~~ - tintándose sus mejillas – Entonces te espero en la cama – desapareciendo de la pantalla, volviendo a los segundos – Pa…para dormir…- apenada por la mal interpretación de su frase, marchándose al fin –

Con una pequeña risilla y una mirada juguetona, acompañada de un ligero sonrojo; apaga aquella pantalla, dejando una vez más la habitación en penumbras. Sin miedo a hacer ruido camina hasta su armario, tomando unos pantalones ligeros y una camisa de tirantes para ponérselo, ya que la noche estaba algo calurosa como para vestir sus típicos pijamas largos.

Las gotas comenzaban a caer poco a poco por su cuerpo. Después de un día agotador no había nada mejor que tomar una ducha, aunque más que como un método para relajarse lo tomaba como una manera para pensar las cosas. Aunque le costara entenderlo, había acabado enamorado de su pequeña. No podía negarlo, aquella preocupación que ponía al verlo llegar tarde o al enfermar, y aquel cariño que le mostraba siempre que se encontraba deprimido, habían acabado por dejarle rendido a sus pies. Como una vez dijo, ella mataba su ego. Aquel lado arrogante y superior se desvanecía al tener a su pequeña a su lado. Cada noche se torturaba con ello, aún no era capaz de decirle que la amaba, que se había vuelto tan dispensable para él como el aire que respiraba. Pero si hubiera sido en otras circunstancias, habría gritado a los cuatros vientos que la quería con todo su corazón, pero en este caso, tenía miedo. Siempre existía ese temor al rechazo, pero aunque el estaba seguro de que ella también lo amaba, aquella inseguridad a que no lo aceptara seguía vigente, y más mirando las diferencias que los separaban. Por que a fin de cuentas, su Kimy no era una muchacha normal y corriente, más bien era una chica que vivía atrapada en su ordenador, una chica virtual.

Con una toalla afelpada secó su cuerpo y se puso su pijama, a pesar de seguir preocupado por sus sentimientos, aquella ducha consiguió que Ji Yong consiguiera relajar un poco su estrés. Unos rasguños en la puerta consiguen despistarlo de aquel trance en el que había entrado hace unos minutos al mirarse en el espejo del baño, a fuera Gaho lo esperaba moviendo su colita a un lado y al otro.

-         ¿Tienes hambre pequeño? – poniéndose a su altura para acariciarlo – Vamos, te pondré algo rico para comer – mientras apagaba el interruptor y caminaba hasta la cocina –

Quizás Gaho fuera adivino, él también tenia hambre, pero la verdad es que no tenía ganas de preparase comida a las 4 de la madrugada. Acercó el recipiente de metal hasta su cachorro y le puso su comida favorita, junto a otro cacharro con agua, dejándolo cenar mientras Ji Yong volvía a su habitación.

-         ¿Pequeña? – pregunto sin encender la luz aún –
-         Oppa ~~ te tardaste!! – dijo encendiendo la pantalla de aquel aparato electrónico que adornaba la mesa de noche de Ji Yong, dejando la habitación con una tenue luz
-         Perdón…- dijo algo avergonzado – Me entretuve un poco – sentándose en su cama,  observando como su pequeña con ojitos risueños se mantenía abrazada a un peluche de conejito que le había regalado días atrás por su cumpleaños – No volverá a pasar mi pequeña…
-         ¿Qué tal fue tu día oppa? – respondiéndole con una sonrisa a sus disculpas –
-         Pues…- dudoso - Agotador…- dijo recostándose en su cama – Esta semana es nuestro comeback y estamos ultimando los detalles para las presentaciones de nuestro nuevo disco – colocándose boca arriba para mirar el techo de la habitación – Debemos ensayar mucho para que todo sea perfecto, además tenemos otros contratos con varias compañías publicitarias y debemos hacer horario extra – suspirando – Sumándole a los próximos conciertos que vendran…
-         Ji Yong-ah ~~ - lo llama con ternura provocando que el chico fijara la vista en ella – Estas trabajando demasiado, mira tus ojeras – señalándolas - Estas muy cansado, si sigues yendo así a la compañía no rendirás bien – preocupada – ¿No deberías tomarte unos días libres?
-         No puedo pequeña, debo cumplir con mis tareas
-         Pero oppa ~~ Mírate, estas más delgado… - con todo preocupado - ¿Hace cuanto que no comes bien?
-         ¿Delgado? Pero si estoy gordo…- tapando su rostro adormilado con la almohada -
-         Oppa ~~!! – indignada - Si tu estas gordo, yo soy una ballena!! – cruzándose de brazos -
-         Annio ~ !! – dijo inmediatamente apartando la almohada – Tu estas perfecta mi pequeña
-         Entonces si yo estoy perfecta, tu también!! – amenazándolo con su dedo -
-         Pero…
-         Oppa!!! – haciendo un pequeño berrinche –
-         Esta bien, esta bien – moviendo sus manos hacia ambos lados – Estoy perfecto!!
-         Así me gusta – mirándolo con una pequeña sonrisa en los labios – Debes cuidarte oppa, enfermarás si sigues así… - retomando el tema –
-         Tranquila, después de los comebacks pediré unos días de descanso ¿si?
-         Pero necesitas descansar ahora, después de los comebacks vendrán vuestros conciertos
-         Kimy es tarde, mejor durmamos – evitando aumentar su preocupación -
-         Esta bien…- algo resignada se tapa con las sábanas - Buenas Noches oppa, que descanses bien...- abrazándose a su peluche fuertemente -
-         Buenas Noches mi pequeña, que tengas dulces sueños…- sonriéndole a la pantalla que se apagaba poco a poco – Sarang Hae mi niña…- dijo muy bajo


Continuará....



No hay comentarios:

Publicar un comentario