-
Oppa ~~ - dijo en un pequeño susurro –
-
Mmmm…- moviéndose lentamente bajo las sábanas –
-
Oppa ~~ - volvió a repetir – Oppa levanta!! Es tarde!!
Omma se enojará si no te levantas!!
-
Mmmm!! – quejándose de nuevo – 5 minutos más!! Solo 5!!
– formando el número en sus dedos – Luego prometo levantarme Kimy!!
-
Pero oppa…
-
¡¡Kwon Ji Yong!! – dijo una voz aguda entrando en la
habitación –
-
¡¡Omma!! – levantándose de la cama de un salto - ¿Qué
haces aquí? – alarmado –
-
Recibí un mensaje de Kimy diciéndome que estabas enfermo
y vine a cuidarte – cruzándose de brazos - ¡¡Que haces durmiendo aún!!
-
¿Enfermo? – tapándose con las sábanas - Pero omma yo no…
-
¡¡Hola hermanito!! – asomando su cabeza por la abertura
de la puerta –
-
¿Dami? – confundido - ¿Tu también?
-
Por supuesto, acaso creías que dejaría a omma sola con
este desorden!! – señalando su cama deshecha –
-
Ya!! No soy un niño pequeño!!
-
Ji Yong-ah ~~ - dijo la pequeña tapando su boca para no
soltar una risa inapropiada – Deberías hacer caso a tu omma…
-
¡¡Tú!! – viendo como su pequeña corría a esconderse
detrás de aquel peluche gigante que tenía en su habitación – Luego hablaré
contigo!!
-
¡¡Ji Yong a desayunar!! – terminó por decir de forma
autoritaria su madre – Se enfriará la comida
-
Si omma – haciendo pequeñas reverencias hasta salir de
la habitación –
Nunca desobedecía a su madre y esta no sería la excepción. A
paso ligero caminó hasta la cocina, encontrándose con la mesa del comedor
repleta de comida apetitosa que abriría el apetito a cualquiera. Al parecer su
estómago también estuvo de acuerdo con su descripción, ya que al percatarse de
ello comenzó a rugir sonoramente, provocando que Ji Yong tocara su barriga algo
apenado.
-
¿Dónde esta Gaho? – buscando con la mirada a su
cachorrito –
-
Está en la veterinaria hijo – acercándose a él – Una
amiga mía lo llevó a su tienda, allí lo bañaran y lo mimarán por un par de
horas
-
Pero omma, Gaho nunca ha ido a una veterinaria –
contestó algo alarmado –
-
No te preocupes, Gaho no puso ninguna oposición al ir –
río su madre – La verdad es que se puso muy contento cuando encontró a una
perrita de su raza…
-
¡¡Omma!! ¡¡Gaho es muy joven para eso!!
-
¡¡Ji Yong- ah!! ¡¡No te me hagas!! ¡¡Gaho ya está
mayorcito para buscarse novia y tu también deberías!!
-
¡¡Yo no quiero novia omma!! Estoy bien soltero al igual
que mi cachorrito
-
¡¡Ya!! No sigas desobedeciéndome jovencito, ¡¡siéntate
a desayunar!! Quiero que lo comas todo
-
Pero omma esto es demasiado, acabaré con dolor de
barriga – observando asustado la mesa repleta de comida -
-
¡¡Ji Yong!! – cruzándose de brazos –
-
Perdón omma…
/// En la otra habitación ///
-
No te pongas así cuñadita – decía mientras se acercaba
a la pantalla del ordenador de su hermano –
-
Oppa se enojó conmigo – sin soltar aún aquel enorme
peluche –
-
¡¡No, claro que no!! Ji Yong-ah tiene mal humor pero
ambas sabemos que en el fondo agradece nuestra ayuda – dedicándole una sonrisa
- Sino llega a ver sido porque nos avisaste tú, él nunca nos hubiera llamado
-
Si, a oppa no le gusta molestar a los demás – dejando a
un lado el conejito para acercarse hasta el cristal –
-
A mi tampoco me gusta molestar a los demás, pero cuando
necesito ayuda la pido – suspira algo resentida por la actitud de su hermano –
Y….- algo dudosa - ¿Cómo te va con mi hermanito? ¿Ya te has confesado?
-
¿Ah? ¿¿Y…yo?? ¿¿Co..confesarme?? ¿¿Po..porque debería
hacer yo eso?? A mi no me gusta oppa…- bajando el rostro muy apenada –
-
Eres igualita a él, terca hasta el final, ninguno de
los dos quiere aceptar lo que sucede
-
Pero unnie, es que…- jugando con su cabello – No sé…lo
nuestro no podría tener un futuro
-
¿Por qué no? – asombrada - ¿Qué os lo impide?
-
Pues…¿esto? – señalando al ordenador – Además oppa
nunca se enamoraría de un programa electrónico
-
No digas eso…- con un ápice de tristeza en su voz –
Claro que está enamorado de ti, lo que pasa es que su timidez no le permite
expresarse pero yo se que él te ama Kimy, soy su hermana, lo conozco
-
¿Tú crees unnie? – levantando sus ojos para verla,
mostrando un brillo pixelado en sus pupilas –
-
No lo creo, estoy segura hermanita – recalcando la
última palabra – Sabes que tienes todo mi apoyo, haré lo posible porque
vosotros dos estéis juntos
-
Pero…¿Appa y omma lo aceptarán? – moviendo nerviosa sus
manos – La señora Kwon seguramente querrá una chica de carne y hueso para su
hijo
-
Omma solo quiere que Ji Yong encuentre una pareja que
lo ame y respete, y tu cumples eso a la perfección – apoyando su rostro en una
de sus manos – Omma te aprecia mucho, estoy segura de que no pondrá ningún
inconveniente
-
Eso espero unnie…- sentándose en el sillón color chocolate
de su pequeño cuarto – Ojala oppa me ame, como yo lo amo a él…
-
Ya!! No pienses más en eso hermanita!! – dijo con
dulzura Dami – Mejor arreglemos las habitación de este dragón revoltoso - provocando una risa estruendosa en Kimy – ¿Me
ayudarás?
-
Claro que sí….hermanita
/// En el Comedor ///
-
Omma no puedo más…- deslizando su cuerpo por la silla
infantilmente – Me duele mi barriga…- colocando encima de ella su mano -
-
Pero si apenas has comido Ji Yong!! – exclama con
ternura su mamá – Lo que no te comas ahora, lo almorzarás luego!!
-
Annio ~~….- llegando hasta el suelo de la sala –
-
Ji Yong!! Compórtate!! – levantándolo de la alfombra –
Anda vete a ducharte y a vestirte, vamos a salir
-
¿A salir? ¿A dónde? – siendo arrastrado por su madre
hasta el baño –
-
Iremos a un Spa, necesitas relajarte – mientras abría
el agua caliente – Y no quiero un no por respuesta Ji Yong
-
Pero no puedo dejar a Kimy sola, omma
-
Kimy irá con Dami a buscar a Gaho, y tu y yo nos iremos
al Spa
Por una vez en mucho tiempo no coincidía con su madre. No le
agradaba la idea de dejar a Kimy y marcharse, no era que desconfiara de su
hermana, pero la sola idea de que le pasara algo a su pequeña hacía que su piel
se erizara ¿Y si le pasaba algo a su niña mientras él no estaba? ¿Qué haría el sin
su pequeña? Los pensamientos lo atormentaban. Abrió el agua fría escapándose un
grito al sentirla escurrir por su cuerpo, era una actitud estúpida, pero era la
única manera que hacia que aquellas dudas se disiparan y lo dejaran tranquilo
por un momento. Últimamente se había vuelto demasiado protector con Kimy,
demasiado diría él, solo esperaba que ella aún no se hubiera dado cuenta de sus
sentimientos. Ahora lo que menos necesitaba era que su niña se alejara de él
por miedo a una relación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario