sábado, 4 de febrero de 2012

Rosas Azules - Capítulo 5


El roce de sus labios contra su piel era suave y relajado, dejaba pequeños besos en cada rincón de su cuerpo. Sus largos dedos se deslizaban con facilidad por ella. La respiración comenzaba a agitarse con el paso de los minutos, su pecho se movía arriba y abajo con dificultad. Notaba como Ji Yong subía a paso lento por sus piernas, adornando su piel de suspiros y caricias. Miraba con curiosidad lo que su compañero hacía, cada movimiento que ejercía, cada gemido que se escapaba de sus labios. Aquella situación solo hacía confundirla más. Su relación amorosa era algo difícil de descifrar, por momentos se alejaban y dañándose el uno al otro, pero por otros se mantenían unidos, no queriendo separarse el uno del otro. Su corazón casi se salía de su pecho, aquella era la última noche que sentiría el calor de su cuerpo ¿Qué debía hacer? Buscó sus labios apresándolos rápidamente, torturándolos con cuidado sacándole suspiros a ella. La ropa comenzaba a caer de nuevo, otra noche más en aquella cama que había sido testigo de su entrega completa al amor de su vida. Unas últimas horas del día para recordad.

-          Ji Yong…- cerca de sus labios - ¿Por qué haces esto? Lo estas haciendo todo más difícil – sus dedos recorren su espalda con sutileza
-          Por que quiero que me recuerdes antes de que te vayas mi lado – deshaciéndose de las últimas prendas que cubrían su cuerpo.
-          Ji Yong por favor…- con una mirada suplicante
-          Nunca te olvides de mi amor…- introduciéndose dentro de ella


¿Qué podía decir? Aquella era claramente su separación (*sus ojos se cristalizan*) Los días que había pasado a su lado fueron aquellos momentos de los que una persona nunca querría desprenderse, pero el ya no era un humano, era un vampiro. No podía volver a aquel lugar donde acabarían por matarlo, prefería vivir en aquella cabaña, respaldado por cuatro paredes que lo protegerían. Pero eso significaba sacrificarse, dejarla marchar cuando el sol se dignara a aparecer por el horizonte, que se escapara de sus brazos sabiendo que nunca volvería a él. La incertidumbre y el miedo azotaban su cuerpo. Quería hacer el amor con ella una última vez, quería entregarle su alma al amor de su vida. Que no se olvidara de él, era lo único que pedía, que no lo borrara de su corazón.


-          Ji Yong…Ahhh…Ahhh…
-          Amor…- en un suspiro – Promételo…Ahhh…Mmm – subiendo el ritmo de sus movimientos – Por favor prométemelo…
-          Lo pro…Ahhh…lo prometo Ji Yong…Mmmm…- aferrándose a su cuerpo – Nunca me olvidaré de ti…

(*A la mañana siguiente*)

Se levantó de su lado sin decir nada, evitando hacer algún ruido brusco que la despertara, no quería que aún abriera sus ojos. Colocó de nuevo la ropa en su cuerpo frío y camino hacia la ventana, la mañana estaba preciosa. Los pájaros revoloteaban de un lado a otro, los animales corrían sin temor alguno por la tierra mojada del bosque. Al parecer todos estaban de acuerdo con que ella se alejara para siempre de él. Hizo la maleta y la colocó al lado de la cama, sentándose cerca de su cuerpo desnudo, llenándolo de unas últimas caricias.

-          Amor…- con voz suave – Amor despierta…ya es hora…
-          Mmm…- abriendo los ojos con dificultad por la claridad de la mañana – Buenos Días Ji Yong
-          Buenos Días amor…- dibujando una sonrisa triste en su rostro - ¿Descansaste bien?
-          Aja – acariciando con sus dedos sus párpados – Tengo hambre…- apoyando su cabeza de nuevo en la almohada
-          ¿Quieres que te prepare algo, amor? – levantándose del mueble
-          Si…- cerrando de nuevo los ojos
-          Descansa pequeña, te despertaré de nuevo cuando esté tu desayuno – acercándose a la chimenea – Necesitarás comer bien antes de marcharte…


Ji Yong la había obligado a levantarse de la cama. El sol ya estaba en el firmamento llenando el bosque de una linda claridad, ya era de mañana. Bajo sus pies hacia el suelo frío de la cabaña y se sentó al lado de él. Prefería haberse quedado dormida un rato más, sabía que significaba aquello, el fin de semana había acabado y con ello su relación amorosa. Perezosa tomó el desayuno y marchó a dar un paseo mientras él recogía todo. Un miedo recorría su espalda, se marcharían y cada uno rehacería su vida, Ji Yong no tendría problemas en encontrar novia, ella quizás consiguiera ser feliz algún día, pero una extraña sensación recorría su cuerpo, como si de un escalofrío se tratase. Abrazo sus brazos con sus manos, no hacía frío al contrario la mañana estaba cálida y agradable ¿Entonces que era aquello?


Las lágrimas escapaban de sus orbes oscuras. Con delicadeza abrió de nuevo su maleta y comenzó a oler su ropa, no quería que aquel olor desapareciera, quería tenerla con él el resto de su vida, pero sabía que no podía. Por eso no se molestó en pedirle que fuera su chica ¿Para que? (*suspira*) Solo empeoraría la situación, ella querría quedarse a su lado. Prefería romper su corazón y dejarla marchar lejos de él, antes que avivar sus sentimientos provocando poner su vida en peligro. “No”, se decía una y otra vez a sus pensamientos esperanzadores, aquello que hacía era lo correcto para ambos, ella debía partir esa mañana, alejarse de él….para siempre


-          Amor ¿Estas lista? – colocándose a su lado
-          ¿Ah? – despertando de sus pensamientos – Si claro – levantándose del suelo húmedo
-          Vamos – extendiéndole su mano – Te acompañare hasta el camino
-          Ji Yong…- mirando que solo sostenía su maleta
-          ¿Si amor? – tirando con cuidado de su mano para comenzar a caminar
-          No, nada…

Un silencio incómodo se formó en el ambiente. Ji Yong iba tomado de mi mano, me guiaba a través del bosque sin ninguna dificultad, al parecer conocía perfectamente el camino que seguir. Yo mientras me sumía en mis pensamientos, cada vez que sus miradas se cruzaban solo podía apreciar como él bajaba su mirada triste hacia el suelo, retomando de nuevo el paso que mantenía ¿Podías llamar a aquello amor? Si de verdad la amaba tanto como juró la noche anterior ¿Por qué la dejaba marchar? ¿Por qué la obligo a prometer que nunca lo olvidaría? ¿Se marcharía lejos de ella? Su vista se nublaba con el paso, después de todo aquello era un despedida, presentía como en cualquier momento Ji Yong le diría que volviera a su casa, que volviera sola. Comenzaba a odiarlo por hacer aquello, hubiera sido mejor que no hicieran el amor, que no se besaran, que no se protegieran, aquello solo hacía crecer aquel amor que sentía por él, y ahora su corazón se desgarraba fácilmente como un trozo de tela ¿Vivir alejada del amor de tu vida? ¿Podría lograrlo?

-          Amor ya llegamos – soltando su mano – Sólo debes seguir el camino, no te desvíes de él ¿de acuerdo? – girándose hacia ella
-          Aja – con la cabeza gacha – No lo haré, tranquilo
-          ¿Lo prometes? – cerrando la chaqueta de la chica para que no enfermara
-          Si – levantando el rostro – Lo prometo…
-          Entonces es mejor que me vaya ya – mordiendo su labio para contener las lágrimas – Llámame cuando llegues a tu casa, estaré pendiente – dejando un beso en su mejilla
-          Ji Yong…- tirando de su brazo provocando que el chico se girara lentamente - ¿No te despedirás de mí?
-          Ya lo ha hecho – volviendo su vista hacia los árboles
-          No lo has hecho – acercándolo a ella – Despídete de mi – abrazándose a su pecho
-          No me hagas hacerlo por favor – apretándola fuertemente contra su pecho
-          Hazlo… - casi en un suspiro

Si de verdad debía alejarse de ella que por lo menos se despidiera, sería más dificultosa la partida, no lo negaba, aquello sería mucho peor para ambos, pero necesitaba que le demostrara una última vez lo que de verdad significaba para él. Quería saber si de verdad sus sentimientos eran correspondidos y aquello no era un estúpido sueño. Lentamente acerqué mis labios a los de él, notaba lo nervioso que estaba, aquello me hizo sentirme insegura ¿No quería hacerlo? Sus ojos comenzaron a cristalizarse, apoyo una de sus manos en mi mentón y me acercó a su boca.

-          Haces esto más difícil…- rozando sus labios
-          Quiero que te despidas de mí antes de irme…- notando sus besos suaves y delicados que sabían a necesitados – Pídeme que no me marche…
-          Amor por favor…- con sus ojos aún cerrados
-          Pídeme que me quede y lo haré Ji Yong – juntando sus frentes
-          Sabes que no puedo hacer eso…
-          Sólo pídemelo…sólo dime “Quédate”
-          Es peligroso que estés aquí amor, de verdad que quiero que permanezcas a mi lado, pero esto es lo mejor para ambos…
-          Sabes que no lo es…
-          Shhh – poniendo un dedo en sus labios – No digas nada…- bajando de nuevo hasta su boca – Te amo…
-          Y yo a ti Ji Yong

No hay comentarios:

Publicar un comentario