viernes, 13 de enero de 2012

Naega Michyeogayo (Me estoy volviendo loco) - Capítulo 31



Mi corazón latía rápidamente y de mis ojos salían millones de lágrimas. Solo habían pasado 5 minutos desde que llame a mis oppas, pero los sentía eternos, mi mente ya se imaginaba lo peor. A mi cabeza venían millones de imágenes aterradoras, y todas tenían la misma escena: Ji tirado en el suelo sin respiración. Juraba que si tardaban un minuto más iría ella sola y se enfrentaría a Kim aunque eso supusiera morir en el intento, pero no podía dejar que lo tocara, no ahora que sabía que la había perdonado.

10 minutos, estaba angustiada. Tomo de nuevo su celular y volvió a marcar el número de Seung Ri, pero no contesto. Sus nervios le ganaron y corrió de nuevo al bosque. Seoh Ah había desaparecido, dijo que la esperaría ¿no? Entro de nuevo en la cueva pero no había rastro ni de Kim ni de Ji Yong. Su corazón estaba en un puño ¿dónde habían ido?

De pronto se escuchó unos gritos fuera de allí. Salió de la cueva y siguió los gritos, no tardo en encontrarlos. Ji Yong estaba forcejeando contra el bastardo aquel, tenía algo en la mano, pero no alcanzaba a ver que era, solo apreciaba su color, negro;  me acerqué un poco más, necesitaba saber que era aquello que tenía entre sus manos ¡¡Era un arma!! Necesitaba distraer a Kim ¿Pero como? ¿Le tiro piedras? ¿Qué hago? Revolvía mis cabellos insistentemente, tenía poco tiempo y no se me ocurría nada.

-          ¡¡Ji Yong!! – gritó
-          ¡¿Amor?! – al escuchar su voz - ¡¡Márchate!!
-          Pero si eres tú de nuevo – aprovechando el despiste de Ji Yong para quitarle el arma y apuntarlo – Eres bienvenida pequeña – dijo con ironía - ¿Qué te trae por aquí?

Piensa, piensa, piensa, piensa…Tenía que inventarme algo para ganar tiempo ¿¡Dónde demonios estaban los chicos?!

-          Yo…- nerviosa – Quiero negociar…
-          ¿Negociar? – río
-          Amor por favor…- decía comenzando a llorar
-          Ji…
-          Márchate por favor…
-          ¡¡Ya callate!! – dándole una patada – ¡¡No ves que estamos hablando!! – golpeándole de nuevo
-          ¡¡Ji Yong!!

Se había desmayado ¿Ahora que hacía? Aquel idiota seguía apuntándolo con la pistola, tenía que alejarlo de él como fuera. No me podía permitir perder a Ji, el se estaba sacrificando por mí, y no había echo nada, solo empeoraba las cosas.

-          Mejor – reía victorioso - ¿Qué quieres negociar? – guardando el arma en su pantalón y acercándose a ella
-          Qui…quiero ofrecerte una recompensa por Ji Yong – nerviosa
-          ¿Y con qué me pagaras? – con voz seductora - ¿Con sexo? – acariciando su cabello - ¿Cumplirás mis fantasías sexuales? – acorralándola contra una piedra, posando sus brazos a ambos lados de su cuerpo
-          N…no…yo…yo…
-          ¿No? – con gesto de disgusto – Si quieres a Ji Yong vivo…- acercándose a su cuello – dame la recompensa que te pido…- lamiéndola – O de lo contrario tu prometido puede acabar muerto…
-          Pe…pero…- asustada - ¡¡Ahh!! ¡¡Suéltame!! ¡¡Ayuda!! – notando como la cargan
-          Grita cuanto quieras, nadie te va a salvar…
-          ¡¡Ji Yong!! ¡¡Ji Yong!!


-          Amor…- con dificultad

Mi cabeza dolía a horrores, en mis manos había un pequeño rastro de sangre, el muy imbécil me había golpeado de nuevo. Levanté mi vista desorientado. No había ni rastro de Kim ni de mi prometida ¿A dónde se la había llevado? Escuché sus gritos a lo lejos, intenté incorporarme pero caí de nuevo al suelo, mi cuerpo estaba débil. No sabía que le estaba haciendo ese idiota, no podía quedarme allí de manos cruzadas, necesitaba llegar a su lado.

-          ¡¡Hyung!! – gritaron a lo lejos - ¡¡Hyung!! ¿Estas bien?
-          Dae…- con voz débil
-          Hyung estas herido – mirándolo detenidamente – Ven, vamos a curarte
-          No Dae, él la tiene…- casi sin voz
-          ¿Tiene? ¿Tiene el qué?
-          La tiene a ella hyung – intentando sostenerse – Tiene a mi prometida…
-          ¿¡Tiene a noona?! – asustado - ¡¡Hyung, hyung!!
-          ¡¡Seung Ri!! – llamándolo – Vete con Ji Yong al hotel, llama a un médico y que lo curen
-          Si hyung…- obedeciendo
-          Young Bae, TOP – acercándose a ellos – Kim tiene a noona, ir por ella, yo avisaré al inspector
-          ¡¡Sí!! – respondieron ambos

Escuchaba sus voces muy disipadas, poco a poco iban desapareciendo ¿Qué estaba pasando? No sentía mi cuerpo, estaba inmóvil ¿Acaso estoy muerto? No, no, no, no puedo morir, no...La angustia me estaba matando, quería levantarme y caminar, y no podía, mi cuerpo no reaccionaba. Todo estaba completamente oscuro, solo estoy yo ¿Qué era todo aquello? Gritaba y gritaba y nadie me escuchaba ¿Dónde estoy? ¿Qué lugar es este?

No hay comentarios:

Publicar un comentario