lunes, 12 de diciembre de 2011

What is right? - Capítulo 9


La soledad volvía a él. Una vez más se encontraba solo en aquella casa. Ni siquiera Gaho podía animarle. Todo le recordaba a ella, incluso el objeto más insignificante guardaba una parte de Liah. Día y noche se torturaba mentalmente ¿Qué podía hacer? ¿Ir a buscarla? Era una buena idea, pero ¿a dónde? No sabía donde se había marchado. En su memoria tenía una imagen borrosa de su paradero pero no lograba recordarlo ¿Por qué siempre se olvidaba de las cosas importantes? Tan poca memoria para unas cosas y tan buena para otras. La culpa era de su trabajo, lo amaba, pero siempre le causaba problemas. Siempre supo que no sería fácil, que mantener una relación y un trabajo sería complicado, se lo habían advertido. Pero es que con Liah todo era sencillo. Si no fuera por sus estúpidos errores su noviazgo era perfecto. Y a pesar de todos sus fallos, casi siempre lo era, menos cuando él se dignaba a meter la pata ¿Quizás estaba predestinado a estar solo? No lo creía o por lo menos no quería pensar en eso. Liah se cruzó en su camino, le dio cobijo y amor cuando más lo requería, y la amaba, la amaba por encima de todo y sabía que ella a él también. Eso era lo único que necesitaba para luchar por ella, su amor. 

Su cama revuelta desprendía su dulce aroma. Los recuerdos lo atacaban una y otra vez. Tantas caricias, besos, susurros, abrazos y risas, todo había desaparecido con ella. Nunca pensó que su existencia llegará a depender tanto de una persona, pero que podía hacer, se enamoró. Desde el primer momento que la vio su corazón la quiso para él. Su tierna sonrisa, su dulzura, sus lindos ojos, sus mejillas sonrojadas, todo le gustaba de ella. Incluso cuando se enojaba era preciosa. De nuevo las lágrimas salían, ojala ella supiera todo esto. Pero a pesar de que le oyera, nunca volvería a su lado. Había cotejado varias opciones, pero descarto las más fáciles y obvias ¿Acabar con su vida? Una sonrisa sarcástica salió de sus labios. No era mal idea no lo negaba, no quería vivir en un mundo en el que Liah no estuviera, pero se negaba a rendirse tan fácilmente, no sin antes luchar por ella.

Con poco ánimo se sentó en su cama y se quedo mirando a la nada. La habitación que antes era luminosa y dañaba sus ojos al despertar se había oscurecido. La casa había perdido su brillo. Incluso Gaho estaba distinto, sabía que su pequeño echaba de menos a Dara, a pesar de ser un perrito tan pequeño tenía sus sentimientos. Muchas veces se planteó convertirse en su mascota, si se enojan se gruñen pero normalmente a los 5 minutos ya están jugando de nuevo como sino hubiera pasado nada ¿Por qué costaba tanto pedir perdón? Aunque esa no era la pregunta, quizás debería haber dicho como pedir perdón, porque ninguno de sus intentos servía. Solo conseguía que aumentara su enojo. En esos momentos se preguntaba que estaba bien y que estaba mal, que era la correcto y lo equivocado. Quería lo mejor para Liah, darle su vida y su corazón, colmarla de amor y regalos, hacerla feliz, pero lo único que le producía eran lágrimas.

Idiota. Solo existía esa palabra en su cabeza. Idiota por no abrir tu corazón y decirle las cosas antes de que se marchara y ahora era muy tarde para arreglarlo. Su móvil comenzó a sonar en su mesita de noche, instintivamente tomo aquel aparato y contestó rápidamente

- ¿Liah?
- No hyung, soy yo – se escuchó la voz de Daesung desde la otra línea 
- Oh hyung…- con voz apagada - ¿Paso algo?
- Pues si, hoy teníamos ensayo ¿recuerdas? – incómodo – Deberías haber llegado hace una hora
- Ahh – dijo enojado – Lo olvidé – tapando su cara – Perdón Dae, me visto y voy para allá ¿si?
- Esta bien hyung, te esperamos – cortando la llamada

Seguía tan encerrado en su mundo que ni siguiera se acordó de sus amigos. Sabía que hacía mal guardando todo aquello que sentía, pero no podía confesar sus temores. Los chicos ya lo torturaban lo suficiente, todos cambiaron desde que ella se marchó. Tae Yang que siempre se mantenía a su lado se alejó, al igual que TOP. Seung Ri no le dirigía la palabra y si lo hacía era para ofenderle, y Daesung, Daesung no decía nada. Solo se limitaba a escucharlo. De verdad quería contar todo lo que guardaba, ¿pero a quién se lo decía? Ahora mismo el único que le haría caso sin quejarse es Gaho, y es un perro. Tomo su chaqueta y condujo hasta la YG. Corrió hacia la sala de ensayos subiendo rápidamente las escaleras del edificio. La habitación se mantenía en silencio. Cuando entró él único que levanto la mirada fue Seung Ri, que clavó sus ojos en él para luego bajar su cabeza esbozando una mueca de asco ¿Eso era lo que sentían? ¿Asco de él?

- Perdón por llegar tarde – disculpándose – No miré el reloj
- Mejor ensayemos de una vez – contesto TOP 

TOP a veces era frío. Lo solía hacer cuando se sentía incómodo o inseguro con alguien, pero solo se presentaba así con personas ajenas a él, y al parecer Ji se había vuelto una de ellas. Le dolía, le dolía inmensamente que sus amigos lo trataran así, sabía que había echado todo a perder, que era un estúpido y un idiota, pero en ese momento necesitaba que sus amigos lo apoyara, que le abrazaran y le dijeran que todo estaría bien, pero ellos no estaban para hacerlo. En aquellos momentos recurría a Liah, ella lo apoyaba en su pecho y lo calmaba con sus susurros y caricias haciendo que su corazón se calmase, pero ella tampoco estaba. No había nadie, solo él. Notaba que poco a poco caía en un gran vacío, su cuerpo desfallecía, quería que alguien lo ayudara, que extendiera su mano…pero nunca llego.

Sus ojos se quedaron mirando el gran cristal de la sala de ensayos, detrás de él sus amigos lo miraban con cierto desconcierto y preocupación ¿Y ahora les importaba como estuviera? Río, pero a pesar de ello unas lágrimas escaparon por sus ojos. Los entrecerró intentando contenerlas pero solo fluían más.

- ¿Hyung que te pasa? – pregunto Dae - ¿Estas bien?
- ¿Tu que crees hyung? – algo grosero – Estoy de maravillas – volteando para verlos – No me veis, estoy feliz, nunca en mi vida he estado mejor – irónicamente
- Hyung nosotros…- intento hablar Young Bae
- Déjalo, se acabo el ensayo – tomando sus cosas – Nos vemos

Sus pies lo sacaron de aquel lugar, quería volver a su soledad, por lo menos allí no los juzgaban y siempre era bien recibido.

- ¡¡Hyung espera!! – alcanzándolo – Espera un segundo
- ¿Qué quieres? – sin voltearse - ¿Acaso vienes a reírte?
- No claro que no hyung – algo agitado por la carrera
- ¿Entonces? – mirando a Seung Ri a los ojos 
- Vengo por esto – dándole un abrazo 

Sus brazos se aferraron fuertemente a la espalda de aquel chico. Lo necesitaba, aquel abrazo lo había ansiado por tanto tiempo y al fin había llegado.

- Siento no haberlo hecho antes hyung – aun abrazados – Pero sentía coraje por todo lo que paso, se que no debía ponerme así contigo ni tratarte de esa manera, pero intenta comprenderme, respeto y admiro mucho a mi unnie, y tu actitud con ella dolió…- casi con un hilo de voz
- …- no contestó, solo se escuchó un sollozo proveniente de los labios de Ji Yong
- ¿Hyung? – lo llama - ¿Hyung que pasa? – preocupándose – Ehh Hyung, no llores por favor
- Soy un estúpido…soy un estúpido – repetía una y otra vez – La he perdido Seung Ri, la he perdido…- llorando en su hombro 
- Ya hyung, tranquilízate – abrazándolo más fuerte
- Quiero que vuelva…- entre llantos – La amo, la amo con todo mi corazón…


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