martes, 6 de diciembre de 2011

Naega Michyeogayo (Me estoy volviendo loco) - Capítulo 29


-          ¿Ji Yong? – pregunta confusa –
-          ¿Ah? – sorprendido - ¿Jia? ¿Noona? ¿Qué hacéis aquí? – corriendo a su lado – Oh Jia, me tenías preocupado – abrazándose a su hija
-          Vinimos a buscar a mi hija, nos dejo una nota de que debía regresar a Corea – entregándole a su hija - ¿Está ella contigo?
-          No claro que no, yo pensé que vosotras estabais con ella – dándole muchos besitos a Jia
-          No, nos levantamos en la mañana y encontramos la nota esa – preocupada – Donde se habrá metido
-          Señor Kwon el helic…- ve que sostiene a un bebé en brazos - ¿Ha aparecido su hija? – sorprendido
-          Sí – contento – Vino con mi noona, al parecer le entregaron una nota de que mi prometida se había vuelto a aquí
-          ¿Aparecido? ¿Qué pasa? – nerviosa - ¿Ji Yong?
-          ¿Aún posee esa nota señora? – acercándose el policía a su lado
-          Si claro, tome – entregándosela - ¿Pero que pasa?
-          Tranquila noona, luego te contamos – dándole a Jia – Mejor ir a casa de mis padres y quedaos allí por favor, me sentiré más tranquilo si estáis con ellos
-          Esta bien, pero…- no la dejan terminar
-          Confía en mí noona – marchándose

¿Una nota? ¿Quién la escribió? Miraba aquel trozo de papel que sostenía en mis manos con detenimiento, aquella no era la letra de mi prometida, era totalmente distinta. Pero porque le habían dicho a mi noona que volviera a Corea. Supuse que estarían las tres juntas, pero ahora veo que a la que tienen secuestrada es a ella. Eso aumenta mis dudas ¿Por que raptarla solo a ella y no a las tres? Si lo que querían era dinero, habrían sacado más con las tres (*confuso*) Por lo menos me quedo más tranquilo al saber que Jia y mi noona están a salvo.

Subimos a los helicópteros de la policía que nos esperaban en el aeropuerto. Los chicos y yo íbamos en uno, mientras que en el otro iban los policías  y el inspector. Tardamos alrededor de una hora en llegar a la isla de Jeju, aún no había amanecido así que decidimos hospedarnos en un hotel hasta que fuera por la mañana.


-          ¡¡No lo haré!! – le gritaba
-          ¿¡Te he dicho que lo hagas estúpida?! – golpeándole en la cara – ¡¡Marca su número de teléfono!!
-          No…- recomponiéndose
-          ¿¡Muy bien, entonces la pagarán tu madre y tu hija?! - amenazándola
-          !!No por favor¡¡ - tomando aire – Suelta mis manos, lo llamaré
-          Así me gusta – con una sonrisa maliciosa en sus manos – Marca su número y entrégamelo

Había perdido la cuenta de los golpes que me había propinado. No quería llamar a Ji, sabía que me buscaría y estaba claro que Kim no quería hablar tranquilamente con él. Ante su amenaza marqué el número de Ji Yong y se lo entregué como me había dicho.
Comunicó varias veces y se corto la llamada. Volvió a insistir hasta que por fin le contestaron.
-          ¿Si? ¿Quién es? – con voz adormilada
-          ¡¡Oh!! Espero no haber despertado al dragoncito – dijo irónicamente
-          ¿Ah? ¿Quién eres? – confuso
-          ¿Acaso no te acuerdas de mi Kwon Ji Yong? – algo enojado - Qué rápido olvidas las cosas
-          ¿Kim? ¿Eres tú?
-          Al parecer no me olvidaste del todo – riendo
-          ¿Qué es lo que quieres? – enojado
-          Yo no quiero nada, solo llamaba para que te despidieras de alguien
-          ¿Ah?
-          Ji…- con voz apagada, le ponen el móvil en su oído
-          ¡¡Amor!! ¿Amor que te pasa? ¿Estas bien? ¿Te ha tocado?
-          No tranquilo…estoy bien – fingiendo
-          Amor lo siento, todo esto es por mi culpa, perdóname – algo triste – Te prometo que te encontraré
-          Eso espero – intentando sonreír – Te amo Ji…
-          Y yo a ti amor, demasiado – aguándose sus ojos
-          Cuida de Jia por mí…
-          ¡¿Qué?! ¡¿Pero p…- lo interrumpen
-          Se acabó la charla, ya tuviste tiempo de hablar con ella
-          Ni se te ocurra tocarla Kim – cabreado – O si no…
-          ¿O si no que? No puedes hacer nada por salvarla, a menos de que…
-          ¿A menos de que?
-          Hagamos un cambio, tú por ella
-          ¡¡Ji no lo hagas!! – grito
-          Cállate estúpida – golpeándole de nuevo - ¿Aceptas?
-          ¡¡Amor!! – responde al escuchar su grito - Esta bien, acepto
-          Ven a la cascada que hay en el bosque dentro de una hora, Seo Ah te esperará allí y ven solo, de lo contrario lo lamentarás
-          De acuerdo – cortando la llamada

Por favor que no viniera, le harían daño y no quería que lo lastimaran ¿Por qué demonios tuvo que aceptar? Debía haberlo rechazado, no lo importaba que la hubiera abandonado allí. Todo con tal de que su vida no estuviera en peligro y más si venía solo.


No paraba de temblar. Nunca pensé que el estúpido de Kim fuera quien la tenía, me imaginaba cualquier persona menos él ¿Por qué la secuestro? Nuestras diferencias y peleas habían quedado en el pasado, ¿verdad?. Me levanté de la cama con cuidado y salí de la habitación sigilosamente para no despertar a los chicos. Tuve que esquivar a los policías que nos custodiaban pero no fue muy difícil, la mayoría de ellos estaban cansados y distraídos. Comencé a caminar por un pequeño camino de piedra, no se veía nadie ¿Dónde se habían metido todos?. Después de caminar un buen rato encontré a una señora que muy amablemente me indicó el camino a la cascada, al parecer era la encargada de la limpieza del hotel.

Aceleré el paso lo más que pude, me quedaban menos de 10 min para llegar, sino…

-          ¿Eres Seoh Ah? – preguntó a la chica que esperaba escondida detrás de la cascada
-          Si soy yo ¿Eres Ji Yong, verdad? – seria
-          Si – nervioso - ¿Mi prometid… - no lo dejan terminar
-          Si quieres verla con vida debes seguirme, ya no se como evitar a Kim para que no la dañe – entrando en una cueva
-          ¿La tocado? – asustado la sigue
-          Es mejor que la veas por ti mismo…


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