miércoles, 28 de diciembre de 2011

What is right? - Capítulo 14


-          No te vayas por favor…- separándose de sus labios
-          Amor…- con voz apagada
-          Por favor Ji, quédate… - acariciando su rostro – Te lo suplico…
-          Liah…amor…- sin saber como empezar – Yo quiero quedarme, deseo estar a tu lado pero esto me supera, soy el causante de todos tus problemas y a pesar de eso aún sigues amand…- acallan sus palabras
-          Te necesito…- mirándolo fijamente – Te necesito a mi lado Ji Yong, por favor no me abandones…- bajando la cabeza

No quería que se fuera. Tenía razón, me había causado muchos problemas, pero lo de mi bebé no tuvo nada que ver con él. Ji Yong no sabía cuanto había ansiado que regresara a mi lado. Cada día sentía que me apagaba más y más, esperaba horas mirando la puerta de mi departamento esperando que él apareciera con un ramo de rosas y una sonrisa en sus labios. Lo echaba tanto de menos. La señora del 4A me animaba todos los días, sino fuera por ella no sabría que hubiera pasado. Estuvo cuidando de mí mientras estaba embarazada, todos los días venía a ayudarme con mi piso. Normalmente no me dejaba hacer nada, así que me quedaba cuidado a la pequeña Min mientras ella arreglaba mi departamento.

Desde que me marché de Corea no dejaba de llorar. Estaba muy enojada con Ji, eso no lo negaba, se había comportado muy mal conmigo, pero lo amaba por encima de todo. La verdad es que nunca pensé que sobreviviría tanto tiempo sin él. En este sitio me sentía sola, tenía el apoyo de mi mama y mi hermana, al igual que el de la señora Park, pero ni siquiera tenía amigos. Al poco de llegar me hice amiga de un muchacho muy amable que me había ayudado varias veces con la compra, quizás no era una amistad grandiosa, pero llegamos a ser muy buenos amigos.

Cuando Ji Yong-shii llegó, él estaba conmigo en el salón. Casi todos los días venía a visitarme y a ver como seguía mi bebé. Intentaba hacerme reír, la verdad es que desde que me marché había perdido mi sonrisa, él solo quería animarme. Pero nunca me percaté de sus verdaderas intensiones. Luego todo pasó demasiado rápido, comenzaron a pelear y gritar. Estaba completamente asustada. Ji me mandó a mi habitación, pero no podía moverme, estaba paralizada.

-          ¡¡Eres un imbécil!! – grito él
-          Aléjate de Liah – respondió Ji Yong
-          Quién debe alejarse eres tú – limpiando la sangre de su labio
-          No me pienso ir de su lado – desafiante
-          Pues sino te vas por tu propio pie, lo haré yo – golpeándole
-          ¡¡Ahh!! – grita
-          ¡¡Ji Yong!! – se escucha su voz quebrada - ¡¿Se puede saber que haces?! – acercándose a su novio
-          ¿Por qué lo defiendes? – enojado – ¡¡Recuerda lo que te hizo!! ¡¡Acaso lo olvidaste!!
-          ¡¡No!! – llorando – No lo olvidé, pero no tienes porque pegarle – ayudando a levantar a Ji
-          ¿Así que no debo pegarle? ¿Todavía lo amas verdad? – enojándose - ¡¡Responde!! – gritando
-          Sí – respondí entre lágrimas – Lo sigo amando…- bajando mi cabeza
-          Esta bien, tu lo has querido – tomándome del brazo y arrastrándome fuera del departamento
-          ¡¡Suéltame!! ¡¡Ji Yong!! – gritaba desesperada
-          ¡¡Liah!! – se escucha a lo lejos

Cuando me di cuenta me estaban arrastrando por el pasillo del edificio. Estaba realmente enojado. Había perdido ya la cuenta de los golpes que me había dado mientras gritaba incoherencias. No entendía porque se comportaba así. Estaba tan asustada, intenté huir pero él se me adelanto empujándome por las escaleras. Perdí el conocimiento al rodar por ellas, no sabía que había pasado hasta que la señora Park me encontró y me ayudo a subir al departamento, mientras el presidente del edificio llamaba a la policía para que se lo llevaran.

Pase varias horas acostaba en el sillón de mi departamento. No sentía dolor alguno. Solo quemaban las lágrimas que se escapaban por mis ojos. Por suerte, Ji Yong estaba dormido en mi habitación, así que no podía ver cuan miserable era en ese momento. Tenía miedo de entrar, de que me viera en el estado que estaba, pero las ganas de ver como seguía eran más fuertes. Con sigilo me acerque a la habitación y abrí la puerta. Estaba recostado boca abajo cubierto por todos los peluches de mi cama. No pude evitar sonreír. Como extrañaba su forma de dormir y sus muecas cuando algo perturbaba su sueño.

Me acerqué a él y me senté a su lado. Mis dedos acariciaban con dulzura su rostro, anhelaba tanto el contacto de su piel. Suspiré de nuevo y aleje aquellos sentimientos angustiosos de mi mente una vez más. Ji Yong dormía tranquilamente, aunque notaba como su respiración estaba algo agitada. Me mordí el labio nerviosa, no entendía porque mi cuerpo lo extrañaba tanto, aquella sensación era tan rara. Sin darme cuenta me abracé a su espalda, haciéndole daño en sus heridas al tocarlo, escuchándose un quejido por su parte. Había olvidado sus heridas. Me asusté al oírlo, debía haberlo curado cuando la señora Park lo acostó en la cama, pero no quería despertarle, se notaba tan cansado. Sus ojeras se veían a pesar del maquillaje que adornaba su cara, incluso había perdido su musculatura, seguramente había bajado de peso. Me sentía tan…¿horrible? No quería pensar que la causante de sus noches sin dormir fuera yo, de que sus ojos derramaran tantas lágrimas como las que derroché yo. A pesar de todo, no deseaba que el pasara por lo mismo que yo. Nunca le desearía eso a Ji.

Mi vista bajo de nuevo a las heridas de sus brazos, las cortadas no eran tan profundas como creía, sanarían pronto, quizás dejaran algunas cicatriz, pero no había nada que no pudiera ocultar un buen maquillaje. Me aliviaba saber que esas heridas sanarían rápidamente pero ahora en mi mente se debatía una gran batalla. Me preocupaba demasiado lo que pasaría cuando despertara ¿Quizás se enojara conmigo? No había hecho nada malo, eso lo sabía, pero quizás él pensara de otro modo. Pero si de verdad se había cabreado conmigo, eso quería decir que…que…¿Se marcharía? No, no, no me podía abandonar, ahora no, lo necesitaba a mi lado. Agitaba mi cabeza repetidas veces. No podía permitir que Ji Yong se fuera, debía hacer lo posible por retenerlo a mi lado, aunque pudiera parecer algo egoísta, ahora mismo lo necesitaba para mí sola.

Una vez más las lágrimas aparecieron en mis ojos, de nuevo comenzaba a llorar. Me frustraba todo aquello. Ji seguía quejándose, así que me levanté con cuidado de la cama para no despertarlo y salí de la habitación. Tuve que apoyarme un momento en la pared al salir, la cabeza me daba vueltas. Ashh esto de estar embarazada traía sus problemas. Seguí caminando por el pasillo hasta que un fuerte dolor en mi estómago me hizo detenerme. Mi mano inconscientemente fue a parar a mi barriga. Realmente dolía y no sabía porque. De repente una idea se me paso por la cabeza, por inercia baje mi cabeza y note asustada como algunas gotas de sangre recorrían mis piernas.

-          No…no, no, no – asustada

Mis sollozos eran incontrolables. A tientas conseguí llegar al baño, dejándome caer en el suelo. La hemorragia no se cortaba, cada vez me alteraba más. No quería pensar que le había pasado algo a mi bebé. Suplicaba que estuviera bien y que solo fuera un pequeño error de mi menstruación, pero sabía que aquello no era una broma; mi pequeño se había marchado.

-          Liah…- muy bajo – Amor…- levantando un poco la voz – Dónde estas…

Mi corazón se paralizó al escuchar su voz. Por una vez deseé que no se despertara y siguiera durmiendo, pero no servía de nada mis suplicas. Tome una toalla y sequé la sangre de mi cuerpo al igual que la que tiznaba el suelo del baño lo más rápido que pude. Abrí la puerta de la ducha y tiré aquel trapo dentro de ella, cerrándola de nuevo para que Ji no la encontrara.
Mi barriga seguía doliendo, no soportaba aquello, aún así conseguí estirarme y tomar el pomo de la puerta para abrirla. Recargué mi cuerpo en la pared, respiré profundo y enterré mi cabeza entre mis piernas, ahora solo faltaba esperar a que él llegara hasta mi.

-          Liah…- cayendo a su lado - ¿Amor que te pasa? – preocupado – Amor mírame por favor…- acercándose a ella - ¿Amor me escuchas? – levantando su rostro – Liah…- con voz quebrada – Que te han hecho mi princesa…
-          Ji…- sollozando – Ji…- abrazándose a él
-          Amor…- llorando con ella – Tranquila, estoy aquí – besando su cabello – Estoy a tu lado…

No hay comentarios:

Publicar un comentario