Sus rostros estaban muy cerca y sus labios casi se rozaban. Su mano tomaba la mano de la chica entre las suyas con delicadeza, mientras la luz del día iluminaba dos lindos anillos que adornaban sus pequeños dedos. Unos anillos que guardaban la promesa de estar juntos por siempre, una promesa que ambos sabían que nunca se cumpliría…
Abrí con cuidado mis ojos. Su lindo rostro dormido me daba los buenos días, supongo que se había quedado dormido a mi lado. Intenté levantarme de la cama, pero algo sostenía mi mano, cuando giré para mirar que era lo que me retenía no pude evitar que una lágrima recorriera mi rostro…Su mano sujetaba con ternura la mía…(*suspira*) Como lo iba a echar de menos…
Solté su mano con cuidado y fui a mi armario, tome una manta y tape su cuerpo. Igualmente tome otra manta y salí fuera de la habitación, necesitaba pensar…Abrí con cuidado la puerta del balcón, no quería despertarlo, y me senté en una de las sillas.
Todo se había vuelto oscuro desde el día en que me dieron la noticia, podía haberla afrontado sola, pero que él me ayudara a llevar mi enfermedad…no sabía si era algo bueno para ambos…
FLASHBACK
- ¿Por qué lloras? – acercándose a la chica
- ¿Ah? – sumida en su mundo – Por nada GD, cosas mías
- No me mientas por favor – sentándose a su lado – Puedes engañar a mis hyungs y a las chicas, pero a mi no…¿Qué es lo que pasa?
- Nada…- mintiéndole
- Puedes confiar en mí…- tomando la mano de la chica entre las suyas – No diré nada, tranquila
- Yo…yo…- nerviosa – Me muero…- con voz apagada
- ¿Q…qué? – asombrado
- Me muero GD, tengo cáncer…- sin mirarlo a los ojos
- P…pero ¿y la quimioterapia?
- Ya es demasiado tarde…- aguantándose las ganas de llorar
- P…¿pero no hay ninguna otra cura?
- No…la enfermedad ya está demasiado avanzada, los médicos dicen que me quedan pocos meses de vida, otros dicen que solo unas semanas…- rompiendo a llorar
- Yo…yo…- atrayéndola contra su pecho y abrazándola – Lo siento mucho…- comenzando a llorar también
FIN DEL FLASHBACK
Desde ese día Ji Yong había estado cuidando de mí. Por más que le rogué que no se hiciera cargo de mí él no me hizo caso. Quizás para él era fácil, solo era su compañera de trabajo, pero él para mí era más que eso…y lo sabía
Ahora la relación entre ambos se ha intensificado, me trata como su mejor amiga, me cuenta todo lo que le pasa, soy su paño de lágrimas. Pero no puedo evitar querer que sea más que una amiga para él, pero en mi estado, ya es demasiado pedir.
Hacía algo de frío, pero dadas las circunstancias, me daba igual enfermarme…Quizás terminaría con esta pesadilla antes de lo que pensaba…Sería lo mejor para ambos…
- ¿Qué haces aquí? – abriendo la puerta del balcón
- Oh!! – sorprendida – Yo…yo…es que necesitaba tomar un poco el aire – intentando sonreír
- No debes coger frío, sino te enfermaras…- dice con ternura sentándose en la silla de al lado
- No puedo enfermarme más de lo que ya estoy GD – sin pensar, al darse cuenta de lo que dice mira al Ji Yong preocupada – Yo…yo…lo siento…- el chico suelta su mano y se marcha enojado
Tome la manta y entré en la casa. Busqué a Ji Yong por todos lados, en la habitación, en el salón, en la cocina…Pero no lo encontré, solo pude alcanzar a escuchar el ruido de su coche. Cuando me asome a la ventana el ya se había marchado…
- No…que hice…- rompiendo a llorar – No…Ji Yong… - cayendo de rodillas al suelo
…
Me habían dañado sus palabras pero no debí marcharme así…Di la vuelta y volví a la casa. Me sentía tan idiota por haberla dejado sola, y más en su estado. Corrí hacia la puerta y la abrí, todo estaba en silencio. Camine por el salón y fui a su habitación…
- ¿Estas aquí? – abriendo un poco la puerta - ¿Puedo pasar? – la abre, la chica esta tirada en la cama inmóvil, en el suelo reposa un pequeño bote vacío – No…¡¡Amor!! – corriendo a donde esta – No, no, no…¡¿Qué has hecho?! – abrazándose a su cuerpo – Amor despierta por favor - moviéndola – Abre los ojos mi vida – escondiendo su cabeza en el cuello de la chica pasando los brazos de ella por detrás de su cuello– No me dejes…- abrazándola más fuerte – Te amo… - se escuchan unos latidos débiles - ¿Amor? – levanta la cabeza y le toma el pulso – Aún tienes pulso…- coge el teléfono y llama a una ambulancia – Es una urgencia por favor; no, no se lo que le pasa; por favor apúrese su pulso está muy débil; si esperaré aquí – corta la llamada – Amor…- llamándola – Amor ya viene la ambulancia, por favor aguanta un poco más…- entrelazando sus manos – Sólo un poco más…- juntando su frente con la de ella
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