miércoles, 30 de noviembre de 2011

What is right? - Capítulo 5


Una pequeña playa oculta en la ciudad, que sólo el conocía. Un lugar especial para enseñárselo solo a ella. En medio de aquel lugar descansaba una pequeña mesa blanca con dos lindas sillas a juego, aquel trozo de madera decorado con dos velas y una cena, y como música, el tintineo de las olas. Con su mirada curiosa recorría cada uno de los detalles de aquel regalo que le ofrecía su novio, comparado con los anteriores, este era mucho más significativo que los demás. A medida que aumentaba la intensidad de sus mentiras, el regalo era mucho más enorme y con mayor valor.

No pudo evitar esbozar una sonrisa tímida en sus labios al ver como le pedía perdón de aquella manera. Sabía lo tierno y romántico que era su novio, pero a pesar de que todo era precioso, no pudo evitar sentirse algo triste. Siempre se repetía la misma escena. Ji acababa arrepintiéndose de sus actos y para que lo perdonara le preparaba miles de detalles, rosas, cenas, regalos…Amaba esa faceta de él, pero no en aquella circunstancias en las que intentaba ser perdonado por un fallo tan grave, aunque a fin de cuentas su pobre corazón siempre lo perdonaría. Así es el amor supuso. De pronto notó que unas suaves manos se enredaban en su cintura, atrayéndola contra su cuerpo y despistándola de sus pensamientos.

-          ¿Te gusta amor? – abrazándose a su cuerpo
-          Ji Yong es precioso…- emocionada – ¿Lo preparaste para mi? – con ojos brillosos
-          Aja – responde – Sólo para ti, mi ratoncita – dándole un beso en la mejilla
-          Ohh!! - acaricia sus manos – No deberías haberlo hecho Ji…
-          Claro que debía amor, es mi forma de pedir perdón por mis actos…- dice dulcemente a su oído – Amor…- la llama
-          ¿Si? - responde
-          Nega anjaitteon geu hayan eui jamani…Ne hyanggireul gieokhago…- comienza a cantarle
-          ¿Ji…? – confusa - ¿Qué haces?
-          Nega tteonan huro chagaun jeongjeokmani…Neol kidarigo inneun jageun café…
http://www.youtube.com/watch?v=Ybefd1SlWHo )

Aquel último suspiro hizo que su corazón latiera más rápido aún. Lo había oído muchas veces cantar pero nunca de aquella manera. Su voz de ángel hacía más bonita aún la melodía de aquella canción que tan bien conocía. El sonido de las notas saliendo de sus dulces labios la hacía estremecerse más y más. Aún no creía que aquel simple gesto pudiera crear tantos sentimientos en ella, quizás fuera la situación, quizás fuera su inocente corazón o quizás que en aquellas palabras notaba amor, no lo sabía y prefería no adivinar la respuesta.

-          Amor…- besando su cuello dulcemente – Te amo…- girándola para besar su labios – Perdón por haberte fallado…- juntándolos de nuevo

No hacía falta que lo perdonara, su tonto corazón lo había hecho desde que de sus labios salió aquel ligero “lo siento”. Se preguntaba como debía mantenerse en pie aquel órgano que habitaba en su pecho, había sido roto y destrozado muchas veces, pero aún así se mantenía vivo, incluso con las más dolorosa situación, el seguía latiendo sin importarle el qué. Quizás fuera idiota preguntárselo, pero ¿Por que su historia de amor no podía ser como la de los cuentos de hadas? Quizás porque las hadas no existían o quizás porque los cuentos eran historias imaginarias, simplemente deseaba tener un final feliz, ¿era demasiado pedir?

Notaba como sus besos sabían algo necesitados. Ella lo había esperado por mucho tiempo, el deseo se acumulaba en cada rincón de su cuerpo, pero le azotaba la duda de si él sentía lo mismo por ella, de si él, después de que tantos cuerpos había probado, aún seguía prefiriendo el de ella. Y algo hizo que en su pequeña cabeza se encendiera una luz, ¿Podía ser que a Ji no le gustara su cuerpo? ¿Esa era la razón de sus engaños?

-          Ji…- dice mientras nota que la acuestan en la arena
-          ¿Si amor? – subiéndose encima de ella y volviendo a besar su cuello, deshaciéndose lentamente de su ropa
-          ¿Te gusta mi cuerpo? – pregunto nerviosa

Al fin lo había dicho. Quería escuchar su respuesta pero a la vez no. ¿Y si le decía que si? Obviamente se llamaría tonta a si misma por haberle preguntando semejante estupidez, pero ¿y si le decía que no? La destrozaría completamente su rechazo. Cerro fuertemente sus ojos intentando de algún modo protegerse de su respuesta, no queriendo escuchar un “no” de sus apetitosos labios.

-          ¿Por qué me preguntas eso, amor? – parando por un segundo
-          Por favor responde…- tapando su pecho desnudo con sus manos – Quiero saberlo…
-          Claro que me gusta amor – quitando sus manos para apreciar su pequeño cuerpo – Me encanta – bajando con besos por su pecho
-          Entonces porq…- no termina, muerde fuertemente sus labios
-          ¿Dijiste algo ratoncita? – mirándola a los ojos
-          No, no he dicho nada…

Mentira, si lo había hecho pero paro antes de que se diera cuenta de su pregunta. Sabía que no era el momento idóneo además de que no debía preguntarle aquello, la haría sentir peor aún de lo que ya se sentía. Aunque en el fondo de su corazón deseaba saber porque sus engaños, cual era el motivo para que buscara en otros cuerpos que no eran el de ella, que le faltaba para que tuviera que buscarlo en otras mujeres. Cuan complicada era aquella relación, ni el mismo Einstein podría descifrarla pero a pesar de todos los problemas, él seguía a su lado.

Había añorado tanto tiempo el calor de su cuerpo que creía que sus dedos no darían para contar las semanas sin él, desde cuando se había vuelto tan adictivo para ella hacer el amor con Ji Yong. Muchas veces sentía rabia, rabia de que tocarán aquello que era suyo, pero se asustaba de sus pensamientos, Ji Yong no era su posesión ni mucho menos un juguete. Pero en otras se sentía humillada, sin valor, un sentimiento que le hacía pensar que solo pasaba el rato con ella por pena, por verla tantas noches llorar por él.

Ni siquiera se había percatado de que su cuerpo y su mente estaban completamente separados, ni siquiera se dio cuenta de lo que hacía, esa sensación maravillosa al hacer el amor con su pareja había desaparecido. ¿Por qué se sentía ahora así? Hace unos minutos estaba feliz, feliz de cómo se mostraba su novio, pero porqué ese cambio. Quizás debía plantearse seriamente ir a un psicólogo…

-          ¿Amor estas bien? – colocándose a su lado – Te noto distraída…
-          ¿Ah? – abrazándose a su cuerpo – Estoy bien, tranquilo
-          Eres muy mala ocultando tus sentimientos amor, ¿Qué es lo que se te pasa por esa cabecita? – tapando sus cuerpos con una manta que había traído en su maleta

¿Acaso era necesario que se lo preguntara? Por qué demonios le preguntaba eso. Muérdete la lengua, no digas nada, sabes que si abres la boca puedes perderlo para siempre. Y hizo caso, no dijo nada, solo se le ocurrió decir una mentira para no preocuparlo, a fin de cuentas, quién más había mentido hasta ahora era él, porque ella mintiera una vez no pasaría nada, ¿no?

-          Es sólo que ando algo agobiada con las clases de baile – suspirando – Los chicos están desmotivados
-          Mmmm – pensativo – Que raro, nunca están así…
-          Lo sé, por eso me preocupa – deshaciendo el abrazo y colocándose a su lado – Quizás hago algo mal…- tapando su rostro con sus manos
-          Tu nunca haces nada mal, amor – abrazándose a su cintura – Eres perfecta en todo – sonriendo

Como había dolido aquella frase ¿Perfecta? Le gustaría saber para que era perfecta, por que al parecer para Ji Yong no lo era, de eso estaba segura.


1 comentario: