La oscuridad se apropiaba de la noche. Las calles se mantenían poco iluminadas mientras que aquel lugar donde esperaba destacaba a millas. Sus enormes neones y letreros lo hacían más lujoso de lo que era. Aquella discoteca que para algunos era un antro de perdición mientras que para otros era el paraíso, brillaba con todo su esplendor aquella triste noche. A fuera de sus puertas esperaba una gran cola de gente, a decir verdad era normal, se trataba del lugar más cotizado de toda Corea, donde los famosos iban a desconectar de sus problemas y todo el mundo deseaba ver a sus ídols.
Una vez más tenía que ir allí. Sus pies se sabían el recorrido de memoria y los seguritas del lugar ya conocían su rostro. Rodeó el edificio y entro por la puerta de atrás, caminando hasta la gran sala de espera. Se mantuvo allí más de dos horas, esperando que inconcientemente le mandará un mensaje diciéndole que se había olvidado y que lo sentía, pero por más que lo deseaba no pasaba. Su novio le había mandado un mensaje para que lo recogiera en la discoteca, seguramente porque andaba ebrio, algo que ya era costumbre para ella; pero a pesar de eso, en dos horas no había dado señales de vida.
Se sentó en aquel cómodo sillón rojo que le daba la bienvenida todos los viernes. Cada vez que se encontraba en aquel lugar le venía a la cabeza la misma pregunta ¿Cómo era tan estúpida para seguir con él?. Sabía de sobra que él la engañaba, realmente Ji Yong no iba a esos clubes de alterne solo por diversión. La mayoría de su sueldo se lo gastaba en bebida y como consiguiente en chicas, a pesar de que ella era su novia. Siempre quiso ignorar sus encuentros con otras mujeres, pero era irremediable, cada vez que lo iba a buscar a aquella discoteca su ropa estaba bañada en una fragancia que no era la de ella, y mucho peor, todos los viernes cambiaba el olor, incluso a veces había más de uno mezclados. Se tranquilizaba así misma pensando que nunca había sido tan desgraciada como para pillarlo con otra mujer, aunque el simple echo de oler esas colonias le revolvía el estómago.
Más absurdo era ver como Ji Yong intentaba excusarse diciendo que estaba bebido y que no sabía lo que hacía, o que una de esas chicas lo obligó, o que le dieron una bebida que lo durmió. Sonaba tan sarcástico. Ella sabía perfectamente que Ji Yong se acordaba de todo lo que hacía, tres años de noviazgo le habían servido para mucho. Tres años de novios, se suponía que debían haber sido los mejores de su vida, pero últimamente se estaban convirtiendo en un auténtico infierno.
Suponía que su novio se comportaba así por el estrés que soportaba, ser el líder de un grupo famoso de ídols tenía sus inconvenientes, pero ¿acaso era necesario actuar de esa forma? Casi que prefería no darle respuesta a muchas de las preguntas que rondaban su cabeza, mejor era dejarlo como estaba, ya iba suficientemente mal iba la relación como para estropearla aún más.
De nuevo tomó su móvil entre sus manos y miró la hora: 14: 10. Ji Yong le mando el mensaje a las 12 de la noche, como era posible que se hubiera demorado tanto rato, acostumbraba a llegar tarde, pero tanto no. Comenzó a llamarlo pero como siempre su móvil estaba incomunicado, confirmándole que estaría ocupado. Se levantó de aquel sillón y entro en la fiesta. Hoy había más gente de lo normal, se trataba de la grabación del nuevo tema de su novio y su oppa TOP, por ello había sido más flexible con que Ji Yong llegara tarde, sabía que después del vídeo habría una fiesta en su honor, así que le permitió quedarse hasta altas horas de la madruga. Cualquiera que la escuchara pensaría que es una persona estricta, pero a pesar de todo lo que le hacía pasar su novio, lo amaba y quería hacer lo mejor para él, y eso era evitar que formará más escándalos de los que ya giraban a su alrededor.
Caminó entre la multitud y llego a la mesa de YG. A su lado estaban grandes magnates del mundo del comercio musical, muchos con vasos en su mano y disfrutando de aquella velada que compartía con las lindas chicas que habían pagado para la ocasión. Supongo que no se resistirían a tanto dinero. YG tenía tanto dinero como sus compañeros, pero si por algo se caracterizaba era por su humildad y buen corazón, a pesar de todo era una persona muy cariñosa, tanto que le había permitido el llamarle papá.
- Buenas Noches Liah – dijo YG levantándose de la mesa para saludarla
- Buenas Noches YG – haciendo una reverencia
- ¿Vienes a recoger a Ji Yong? – pregunta mientras le da un abrazo
- Sí appa – devolviéndole el abrazo - ¿Sabes donde está?
- Mmm – pensativo – La última vez estaba con los chicos, ellos están allá – señalando una mesa al fondo – Pero antes de que vayas quiero presentarte a alguien – Tomando su mano – Señores, señoras – dirigiéndose a los magnates – Quiero presentarles a la novia de Kwon Ji Yong, nuestro amado G-Dragon
- Mucho gusto – haciendo una reverencia a los presentes
- Oh!! Por fin conocemos a la musa de el pequeño GD – dice uno
- GD es muy afortunado al tener una novia tan guapa – apunta otro
- Si la verdad es que sí – sonría YG – Pero además de ser su novia y su musa, es una excelente bailarina – provocando comentarios entre ellos – Siento haber tomado de tu tiempo Liah, mejor lo vas a buscar ya, te debe estar esperando – girándose para hablar con ella
- Si mejor, iré a preguntarle a mis oppas – sonriente
- Esta bien, cuídate mucho y cuida a Ji Yong de mi parte – despidiéndose
- Así lo haré
Y así lo hacía. Bajo los escalones y se dirigió a la otra plataforma, en ella se encontraba la mesa donde estaba Big Bang, era la más alejada de todas, supongo que para tener más intimidad. Aquel lugar estaba lleno completamente de actores, actrices, cantantes y bailarines famosos. Cualquier ídol que te pudieras imaginar estaba en aquellas mesas con una copa de champán en la mano, brindando por sus éxitos. Me acerqué lentamente hacia aquella mesa siendo recibida por un Dae muy cariñoso.
- Unnie – dijo muy efusivo – Que alegría verte – abrazándola
- Hola oppa – sonriente
- Anda ven con nosotros – tomando su mano y llevándola a la mesa – Mirad quien ha venido
- ¡¡Liah!! – grita Seung Ri - ¿Cómo estas unnie?
- Muy bien ¿y tu oppa? – sentándose al lado de él
- Muy bien unnie – sonriente – Tae y T.O.P están abajo bailando – mirando a la pista de baile – Pero buscabas a Ji Yong ¿verdad?
- Si, hace…- mira su reloj – Dos horas y media que me mando un mensaje para que lo viniera a recoger, pero no ha aparecido
- Que extraño – dice VI – Él antes bajo a por unas bebidas pero no ha vuelto
- Mejor será que lo busquemos – dice Dae – Unnie te acompaño
- Muchas gracias oppa – levantándose
- Yo me quedo aquí por si vuelve, cuídate mucho unnie – despidiéndose
- Adiós oppa
Bajaron a la pista de baile y comenzaron a buscar a Ji Yong por todos lados, pero no aparecía. Era tanta la multitud que tuvieron que salir fuera del local para tomar un poco de aire, ya que el ambiente estaba demasiado recargado en el interior. Se sentaron en las escaleras de emergencia del edificio esperando a que la fiesta se calmara un poco para volver a entrar.
- ¿Cómo va tu relación con mi hyung, unnie? – dice sacando a la chica de sus pensamientos – Hace mucho que no me cuentas como os va
- Pues…- pensativa – Está igual que la última vez Dae, la situación no ha cambiado mucho – dice mientras apoya su cabeza en sus manos
- Pero Ji Yong dijo que iba a cambiar
- Si oppa, eso lleva diciendo durante dos años y siempre acaba repitiendo una y otra vez sus errores – esbozando una mueca de disgusto
- Tu voz está cansada – dice tristemente – No me gusta verte así unnie, pero ya no se que hacer con mi hyung – suspira – Por mucho que le diga que debe mejorar su actitud nunca hace caso, ni siquiera escucha ya a Tae Yang – apoya su cabeza entre sus manos – No se lo que le pasa últimamente unnie – la mira – Pero de algo si estoy seguro
- ¿De que oppa? – lo mira
- De que él te ama
- Yo lo dudo Dae – suspira
- No dudes, todos sabemos que te ama unnie – poniendo una mano en el hombro – Eres su novia, a pesar de que haga tantas estupideces el solo vive por ti
- Eso quiero creer – levantando la vista – Oppa…- lo llama
- ¿Si unnie?
- ¿Aquel no es el coche de Ji Yong? – pregunta tontamente
- Oh!! Tienes razón, vayamos a ver si está allí – tomando de su mano
Ni siquiera el mismo se había dado cuenta. Claro que sabía que era el coche de Ji Yong, podía describirlo detalladamente, era un coche descapotable negro, con unas llantas plateadas, faros antiniebla, sillones forrados con cuero color beige, de 5 puertas y completamente automático. A veces era incluso gracioso, en ves de la descripción del coche se parecía más a aquellos anuncios de la tele que tanto veía, quizás debía dedicarse a la televisión en vez de ser una bailarina.
Caminaba tomada de la mano de Dae. Mientras más se acercaba a aquel auto, su estómago se revolvía cada vez más. Tenía el presentimiento de que no era buena idea ir hasta allí, sino fuera por la curiosidad que sentía, hubiera echado a correr, pero quería ir y confirmar con sus propios ojos lo que tanto temía. Aunque por desgracia todavía albergaba en su interior la esperanza de que Ji Yong estuviera descansando en su auto y no acostándose con una chica.
Estaban a escasos metros cuando su cuerpo se detuvo en seco. De sus ojos comenzaron a salir unas lágrimas cuando vio semejante escena. Ni siquiera en sus peores pesadillas era tan real.
- Ji Yong…- dijo muy bajo
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