miércoles, 23 de noviembre de 2011

What is right? - Capítulo 3


Su olor la despertó. Inconscientemente se había quedado dormida abrazada a su cuerpo. Desde allí podía notar la respiración agitada de Ji Yong y percibir que sus ojos estaban rojos. ¿Acaso había llorado…por ella? Ji Yong era demasiado orgulloso para dejar ver como se derrumbaba delante de los demás, pero con ella era distinto. Ji Yong no tenía miedo a mostrar sus defectos delante de sus ojos, sabía que su semblante paciente y cariñoso siempre lo cobijarían. Aún así, era la primera vez que lo notaba inquieto, su corazón latía muy rápido y balbuceaba cosas que no llegaba a comprender. Sabía que escondía algo detrás de su rostro sereno, podía notarlo.

Y por una vez deseó poder conocer sus pensamientos. Quería saber que era aquello que perturbaba su sueño. ¿Acaso eran los remordimientos? De nuevo aquella incertidumbre se posó en su cabeza devolviéndola a la realidad y haciéndole recordar lo pasado la noche anterior. Aquel auto oscuro y a las dos personas que albergaban dentro, las lágrimas recorriendo su rostro, la discusión y cada una de aquellas palabras que se habían quedado grabadas en su corazón, pero que a pesar de ser las más hermosas que había escuchado, no podían calmar a su corazón.

Idiota. Eso era lo que era, una auténtica idiota. Un te amo y una lindas palabras y ya lo había perdonado. A veces ni se comprendía a ella misma. Realmente estaba enojada con él, ya eran muchas las veces que se había encontrado en la misma situación y aún así seguía tropezando una y otra vez con la misma piedra ¿Por qué cedía tan fácilmente? Sabía que no tenía que responder, la respuesta era obvia, por que lo amaba. Lo amaba con todo su corazón y le perdonaría cualquier cosa. En su relación el amor era doloroso y dañaba, pero merecía la pena luchar, porque el estar al lado de Ji Yong la hacía feliz. Construyeron muchos sueños juntos y no dejaría que desaparecieran tan fácilmente. A pesar de todo, ella seguía aferrándose a su amor para justificar sus propias acciones. Ignorando por completo que también debía pensar en ella.

Con ojos asombrados vio como se levanto de su lado y desapareció en el baño sin decir palabra alguna. Aquella actitud la estaba matando. ¿Qué era lo que le pasaba?¿Acaso se enojó? Se suponía que la que debía estar así era ella ¿no?

Se levantó desconcertada de la cama y se dirigió al salón, recostándose en uno de los sillones que lo adornaban, sujeto un cojín y se abrazó a él. ¿Por qué era tan difícil separarse de Ji Yong? ¿Qué era lo que no le permitía desprenderse de él? ¿Amor? ¿Pena? ¿Cariño? Ni siquiera ella sabía la respuesta. Algunas veces deseaba abandonar su relación y desaparecer, pero sabía que si lo hacía volvería corriendo a pedirle disculpas y una vez más se arrepentiría de todo y volvería a su lado. Su mente era un completo caos. Como una simple persona podía desencadenar tantos misterios sin resolver en su cabeza.

-           ¿Amor? – sentándose a su lado
-           ¿Ah? – despertando de sus pensamientos
-           ¿Estas bien? – acariciando su rostro

Su cabello permanecía húmedo. Su lindo cuello estaba un mojado por el agua de la ducha y su ropa olía de nuevo a aquella fragancia que tanto le gustaba. Agradecía su acción. Aún no sabía como reaccionaría después de lo de anoche si se acercara a él y percibiera un olor que no era el suyo.

-           Si tranquilo – sentándose
-           Amor…- la llama, sin dejar de acariciarla
-           ¿Si Ji Yong?
-           Yo…yo…- nervioso, baja su cabeza
-           ¿Yo? – confusa

Por un momento aquel calor había vuelto a ella. Aquella necesidad de sus labios había desaparecido por un segundo. Se sentía feliz, feliz de volver a tenerlo para ella. De que sus caricias solo recorrieran su cuerpo y de que sus labios besaran los suyos. Y aquella sensación de vacío se disipaba con el roce de sus bocas. Alargo sus manos y rodeó su cuello lentamente, haciendo el encuentro más cercano. No queriendo separarse de él ni un minuto, deseando que aquel momento nunca llegara a su fin.

-           Lo siento…- dice entre sus labios – Soy un mal novio…- parando un momento – Siento haberte fallado amor, mi error no tiene perdón – dándole un pequeño beso
-           Shhh – tirándose encima de él mientras lo sigue besando

No importaba sus palabras. No quería oír sus suplicas ni sus perdones, solo quería besarlo. Besarlo hasta que sus labios se desgastaran, hasta que su sabor fuera lo suficientemente duradero para que nunca se olvidara de él. Poder acariciar con sus dedos su cuerpo haciendo que sus yemas desaparecieran dejando en sus manos la sensación de su piel. Impregnando su cuerpo del suyo...

-           Amor…- entre besos – No…no quiero estropear el momento – sigue besándola – pero me estas aplastando – sonriendo
-           Uyy – sonrojada – Perdón – sacándose de encima
-           No te preocupes amor – besando de nuevo sus labios – Ven aquí – atrayéndola contra su pecho – Te necesito – besando su cabello
-           Y yo a ti – sonriente, se acurruca en su pecho

La tormenta había cesado. Ahora lo único que existía en su interior era mil sensaciones producidas por la vuelta de su amor, aún así se preguntaba algo, ¿La felicidad sería duradera?

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